El momento en el que traes tu bebé a casa representa una gran transición. Al principio, es normal que las tareas del día a día te llenen de ansiedad, especialmente si no has pasado mucho tiempo con bebés en el pasado. No pasará mucho tiempo hasta que sepas determinar con confianza si sus patrones de orina o evacuaciones son saludables. Mientras tanto, una excelente manera de aliviar la incertidumbre de los primeros días es tener a mano fuentes de información útiles. No estás sola o sola: tu pediatra puede brindarte las instrucciones y el apoyo que necesitas para cuidar a tu bebé de la mejor manera posible. Sin embargo, recuerda siempre que las señales más valiosas vendrán de tu bebé. Ellos hacen saber cuándo quieren que los alimenten, cómo quieren que los carguen, cómo les gusta que los consuelen. Esto reforzará gradualmente tus instintos de madre o padre.

En esta primera parte de la serie de artículos sobre el cuidado diario, compartiremos consejos sobre dos temas comunes durante los primeros meses después del nacimiento.

1.Evacuaciones

El sistema digestivo de tu bebé aún está en desarrollo. Por esta razón, sus heces variarán en color y consistencia. Durante los primeros días, las primeras evacuaciones se conocen como meconio: una sustancia espesa de color negro o verde oscuro que estaba presente en los intestinos de tu bebé antes de su nacimiento. Una vez que se elimina el meconio, las heces se volverán de color amarillo verdoso y variarán desde muy blandas a sueltas y líquidas.

Las heces de los bebés amamantados son, la mayoría de las veces, amarillas y líquidas. Para los bebés alimentados con fórmula, las heces tienen un color amarillo tostado. Suelen ser más firmes que las heces de los bebés amamantados, pero no más firmes que una masilla blanda. En ocasiones, las heces de tu bebé pueden verse verdes, pero esto es normal y no debe ser motivo de alarma.

Otros cambios esperados incluyen:

Si tu bebé está recibiendo un suplemento de hierro, las heces pueden volverse de color marrón oscuro.
Si hay irritación anal, es posible que vea líneas finas de sangre en el exterior de las heces.
Sin embargo, si observa cantidades más grandes de sangre, moco o una cantidad inusualmente alta de líquido en las heces, llama al pediatra de inmediato. Estos pueden ser signos de infección, especialmente si también hay fiebre.

La frecuencia de las evacuaciones es diferente para cada bebé. Algunos bebés evacuan inmediatamente después de cada toma. En las primeras tres a seis semanas después del nacimiento, es normal que los bebés amamantados tengan una evacuación intestinal por semana, siempre que las heces sean blandas y el bebé esté aumentando de peso, comiendo regularmente y en general esté saludable. Si tu bebé se alimenta con fórmula, se espera que evacue una vez al día. Si tienen menos que esto y también parecen estar irritado o estresado, consulta con el pediatra, ya que podría estar estreñido.

2.Orina

Los patrones de orina varían de un bebé a otro. Algunos bebés orinan cada uno a tres horas, mientras que otros pueden orinar con una frecuencia tan alejada como cada seis horas. Siempre que el bebé ensucie al menos cuatro pañales al día, probablemente no haya razón para preocuparse.

Si tu bebé está enfermo, tiene fiebre o hace mucho calor, es normal que orine la mitad de la cantidad esperada. También es importante tener en cuenta que orinar nunca debe doler. Si tu bebé parece estar angustiado al orinar, debes llamar al pediatra, ya que esto podría ser un signo de infección u otros problemas.

La orina suele ser de color amarillo claro a oscuro. En la primera semana después del nacimiento, la orina del bebé puede tener una concentración más alta, que se verá como una mancha rosada o rojo ladrillo en el pañal. Si el bebé orina al menos cuatro veces al día, esto no suele ser preocupante. Si persiste, llame al pediatra.

Otro problema común durante los primeros días es que las niñas muestran pequeñas manchas de sangre en el pañal. Esto se debe a que las hormonas de la madre están en contacto con el útero del bebé, lo cual es completamente normal. Sin embargo, si se acompaña de otros síntomas (por ejemplo, dolor abdominal, sangrado en otras partes del cuerpo, fiebre) o si ocurre después de la primera semana de nacimiento, debes contactar inmediatamente al pediatra.

Estefanía Henríquez Luthje, MD