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VIGILA LA SALUD DE TU BEBÉ, CONSULTA AL PEDIATRA SI…

Durante las primeras semanas después del nacimiento, los recién nacidos pueden tener ciertas condiciones físicas que podrían preocupar a los padres. Como parte de la serie Los Primeros Días del Recién Nacido, este artículo destacará y explicará los conceptos básicos detrás de las situaciones que generalmente ocurren durante el período neonatal. Además, ofrecerá consejos sobre cuándo sería oportuno que consultes a tu pediatra. Si alguna vez tienes dudas sobre la apariencia o el comportamiento de tu bebé, no dudes en llamar a tu médico para que pueda asegurarte que todo va bien.

 

Distensión Abdominal

Es habitual que la barriga de tu bebé sobresalga, especialmente si acaba de comer mucho. Sin embargo, entre comidas, su vientre debe sentirse suave. Consulta al pediatra si: el vientre de tu bebé se ve demasiado abultado y rígido, y si tu bebé está vomitando o tuvo su última evacuación hace más de uno o dos días. Si bien estos problemas generalmente son causados ​​por gases excesivos o estreñimiento, es importante descartar problemas intestinales más graves.

 

Bebé Azul

Por lo general, es normal que las manos y los pies de los bebés se vean levemente azules o violáceos. Si esto es una reacción al frío, sus manos y pies deben volver a su color habitual tan pronto como estén en un ambiente más cálido. Notarás que, a veces, la cara, la lengua y los labios de tu recién nacido se tornan un poco azules cuando lloran intensamente. Una vez que tu bebé deje de llorar, su tono de piel debería volver a la normalidad. Consulta al pediatra si: notas que tu bebé tiene una coloración azul que permanece persistentemente en su piel. Esta es una emergencia médica y se requiere asistencia inmediata. Es una señal de alarma de que el corazón o los pulmones del bebé no están funcionando correctamente y es posible que no esté recibiendo suficiente oxígeno.

 

Tos

Las primeras veces que alimentes a tu bebé, es posible que tosa un poco, especialmente si toma la leche demasiado rápido. Esto también podría estar relacionado con la rapidez o la fuerza con la que la leche materna baja por el pecho de la madre. Una vez que el bebé se acostumbre a la alimentación, la tos debería cesar. Consulta al pediatra si: el bebé tiene tose persistentemente mientras es alimentación, ya que esto podría estar señalando problemas pulmonares o del tracto digestivo. 

 

Llanto Excesivo

Todos los recién nacidos lloran. A veces, puede parecer que lo están haciendo sin razón aparente. Una vez que te hayas asegurado de alimentar y sacarle los gases a tu bebé, si lo has mantenido caliente y con un pañal limpio y seco, entonces lo que queda por hacer es consolarlo en tus brazos, hablarle o cantarle hasta que deje de llorar. Es importante que sepas saber que prestarle mucha atención a tu recién nacido no lo malcriará. Otra técnica sería envolver a tu bebé de manera cómoda en una manta. Consulta al pediatra si: después de que te hayas acostumbrado al patrón de llanto de tu bebé notas algo extraño o inusual. Por ejemplo, si el sonido es muy diferente de lo normal o si persiste más de lo esperado.

 

Letargo y Somnolencia

Tu bebé pasará la mayor parte de sus primeros días y semanas durmiendo. Esto es completamente saludable siempre y cuando se despierte cada cierto tiempo para comer, si se ve tranquilo y está alerta durante un par de momentos todos los días. Consulta al pediatra si: tu bebé rara vez está alerta, no se despierta pidiendo que lo alimentes, parece estar demasiado cansado o no muestra interés en comer. Debes prestar aún más atención a estas situaciones si surgen como cambios repentinos en el comportamiento de tu recién nacido.

 

Dificultad Respiratoria

Un bebé tarda un par de horas después del nacimiento en regularizar sus patrones de respiración. Pasado ese tiempo, no deberían presentar dificultades para respirar. Si notas que tu bebé tiene un patrón de respiración inusual, probablemente se deba a una obstrucción de las fosas nasales. Una solución para esto sería aplicar algunas gotas de solución salina de venta libre en las farmacias y luego succionar el moco con la ayuda de una perita de succión. Consulta al pediatra de inmediato si tu bebé presenta alguno de los siguientes síntomas:

 

  • Respiración rápida (más de 60 respiraciones en un minuto)
  • Retracciones – cuando el músculo entre las costillas se hunde al bebé respirar y las costillas sobresalen en la piel
  • Color azul persistente de la piel
  • Aleteo nasal
  • Gruñidos al respirar

 

Cordón Umbilical

El muñón del cordón umbilical de tu bebé debe secarse y eventualmente caerse alrededor de la tercera semana después del nacimiento. Debes mantenerlo limpio y seco durante este proceso. No es necesario limpiarlo con alcohol; un baño de inmersión rápido es suficiente. Otra precaución es sostener el pañal del bebé doblado debajo del cordón para evitar que la orina lo empape. Es normal ver un par de gotas de sangre alrededor del muñón cuando éste se caiga. Debes comunicarte de inmediato con tu médico si notas alguno de los siguientes:

 

  • Secreción amarilla maloliente del cordón
  • Piel roja alrededor de la base del cordón
  • Llanto de tu bebé cuando tocas el cordón o las áreas adyacentes
  • Sangrado activo del cordón
  • El cordón persiste y no se cae después de tres semanas

 

Estefanía Henríquez Luthje, MD

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